
En esta etapa, alcanzamos la cota más alta del camino francés: La Cruz de Ferro 1.510 metros. Antes, debemos de superar el puerto de Foncebadón (antiguo Monte Irago) de más largo y complicado descenso que de subida. Mi opinión sobre éste puerto, es que no es tan fiero el león como lo pintan. El desnivel a salvar desde Rabanal del camino es de 300 metros en 7 kmtrs. La pendiente media es del 3,87 % y la máxima del 7,3 % a la salida de Foncebadón, por lo que no es un puerto complicado. Completamente diferente es la bajada hacia El Acebo, muy complicada porque hay desniveles del 26,6 %. Precisamente, ése era el miedo que yo tenía a ésta etapa: El d
escenso desde Manjarín hasta El Acebo, Riego de Ambrós y Molinaseca. A las nueve de la mañana, nos ponemos en marcha después de desayunar, las dos chicas de Zaragoza Marian y Arancha, y dos ingleses que llegaron ayer y salen hoy también con nosotros. Uno de los ingleses hace más de 30 años que no toca la bici (me dice él). El otro está mas preparado, y tiene que esperarle continuamente. Las chicas se van hacia adelante, y yo me quedo un poco hablando con los británicos. Como llevan un ritmo demasiado lento, me marcho a mi ritmo, ágil y sin abusar de desarrollo. A los dos kmtrs alcanzo a Marian, que va un poco atrancada y la veo que intenta bajarse de la bici. Le digo que no, que siga mi rueda, y le pon
go un ritmo muy suave de 5/6 kmtrs a la hora. A ese ritmo la llevo hasta Foncebadón, y hago la subida yo sólo coronando la Cruz de Ferro en 55 minutos. Espero a que suba para hacernos las fotos juntos, y tiro la piedra con un deseo. De Arancha, no sé nada. Pensábamos que ya estaba arriba, pero resulta que luego nos dice que se había parado a tomar un café en Foncebadón. Aunque no era de extrañar que estuviera arriba, porque ! hay que ver cómo anda esta chica!. Una vez arriba los tres, nos hacemos unas fotos en la Cruz de Ferro. Paramos unos 10 minutos, e iniciamos el peligroso y terrorífico descenso hasta El Acebo. En poco más de 10 kmtrs, debemos descender 1.000 metros de desnivel. Se me ponen los pelos de punta. H
ay que ir utilizando los frenos continuamente para no salirte de la calzada, pues la bicicleta se puede poner fácil a 70 kmtrs a la hora. Antes de iniciar el descenso hemos parado en Manjarín en el refugio templario a tomar unas fotos y contemplar el paisaje con Ponferrada al fondo. El día dentro de lo que cabe ha sido bueno, pues no ha llovido ni hemos tenido niebla densa. En el Acebo, Marian y Arancha deciden parar a tomar un café. Yo decido irme sin hacer paradas para no quedarme frío ni perder tono muscular hasta Villafranca del Bierzo a donde llego sobre las 1315 horas después de pasar poor Molinaseca y Ponferrada. En Villafranca del Bierzo, me alojo en la Hospedería de San Nicolás, regentada por los monjes Paules, que data del año 1.649
y precedida de escalinata. Su retablo barroco, custodia al cristo de la esperanza patrón del Bierzo, y en su claustro se encuentra el museo de ciencias naturales de los padres paules. Tengo que decir que el alojamiento deja mucho que desear (No recomendable). Después de una merecida ducha y comer un buen plato de pasta y un plato de arroz con leche, me acuesto un rato, no sin antes dar gracias a Dios por haber hecho la etapa bien y sin percances. Luego voy a visitar la iglesia Románica de Santiago, donde a los peregrinos enfermos que no podían llegar a Compostela, se les abría la puerta del Perdón, y se les entregaba la Compostela. Villafranca del Bierzo, es un pueblo muy bonito y muy tranquilo. Está además la Iglesia de San Francisco, y la Iglesia Colegia
l muy bonitas ambas. Durante casi toda la tarde, ha llovido, así que espero que mañana no lo haga y me permita llegar a Triacastela ya en Galicia, pues es una etapa muy dura con la subida al Cebreiro, El Alto de San Roque y El Alto del Poio.





En la foto, un servidor en la Cruz de Ferro. Altitud: 1510 metros según mi altímetro.
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