viernes, 6 de junio de 2008

4ª Etapa: 18 de Mayo 2008. Logroño- Sto. Domingo de la Calzada. 52,06 kmtrs





Hoy día 18 de Mayo, ha sido una Etapa dura debido al trazado continuamente rompepiernas y la subida al Alto de San Antón, unido a la lluvia incesante que ha aparecido a los dos kilómetros de la salida de Logroño, por lo que he llegado calado de cintura hacia abajo incluido los pies porque no llevaba cubrezapatillas. El trazado de salida ha discurrido por el camino de los peregrinos hasta el embalse de la Grajera, pero con lluvia se hace difícil y peligroso, por lo que no hay otra opción que salirse del camino, y siguiendo las instrucciones de un oficial de la policía municipal de Logroño, tomo la Autovía hasta Nájera, pues la antigua nacional N-111 se ha convertido en autovía, y no te deja otra opción, puesto que no hay camino alternativo. Desde la Grajera a la salida de Logroño hasta 8 kmtrs antes de llegar a Nájera, se me ha unido un peregrino Belga, que iba perdido. Nos metemos en la autovía, y le entra un pánico atroz, hasta el punto de que llega a pararse. Le tranquilizo y le digo que es lo más seguro, que no hay alternativa, y que sigo el consejo de un Oficial de la Policía municipal de Logroño. Parece que se queda más tranquilo y continuamos viaje. Lleva un ritmo más lento que el mío por lo que le invito a ir al suyo, pero al cabo de un tiempo se para y me dice que quiere salir de la autovía. OK, sigo sólo hasta Nájera para cojer luego la N-111. Hago parada en Nájera con la intención de visitar su casco antiguo pero la lluvia que no cesa me impide callejear, y decido continuar viaje hasta Santo Domingo de la Calzada, antes que llueva más fuerte. Sigo por la nacional con algún que otro camión que levanta una cortina de agua impresionante, además de la que me está cayendo que es considerable. La parte de arriba del cuerpo va bien protejida, pues llevo una camiseta interior térmica de manga larga y la chaqueta también térmica de Gore-tex, además del chubasquero transpirable que impiden pasar el agua, pero la parte de abajo incluidos los pies los llevo calados hasta las trancas. Con la lluvia que no cesa, llego a Santo Domingo, y voy directamente a la Hospedería Cisterciense donde me voy a alojar, pues tengo ganas de secarme y darme una ducha caliente. Esta hospedería está regentada por las monjas Bernardas. Están de obras en Recepción, y las habitaciones son muy limpias y de estilo monacal. La comida cocinada por ellas exquisita. Después de ducharme, lavo la ropa y la tiendo. Salgo a la calle y me encuentro a dos peregrinos ciclistas italianos que buscan un sitio para comer, y les digo que vengan a la Hospedería. Se quedan asombrados de lo bien que se come, aunque la verdad que después de la etapa tan dura y de la lluvia tenemos mucha hambre. El menú: Canelones, solomillo con tomate y fresas con helado. Todo cocinado sin aditivos y de forma natural. Hasta la salsa de tomate es natural, lo mismo que el helado, todo hecho por las monjitas. Después de comer, una siestecita para recuperar fuerzas y visita a la catedral, cabecera románica y cuerpo gótico. En ella se puede ver el curioso gallinero, siempre ocupado por un gallo y una gallina blancos en recuerdo del milagro: ""Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada"".

El claustro gótico mudejar del siglo XIV. Como sigue lloviendo, estoy en la nave central de la catedral escribiendo estas lineas y contemplando los maravillosos capiteles esculpidos en la piedra por aquellos maestros canteros del medioevo. ! Qé arte Dios mío ! ! Y qué belleza !. Cuando cesa de llover, aprovecho para antes de la misa del peregrino, secar la ropa en la secadora. Hay que hechar 2 euros, pero no seca bien. ! menudo negocio se ha montado el tío de la máquina con los peregrinos!. Se forman colas para lavar y secar la ropa. A las 8 de la tarde, se celebra la misa del peregrino. Asiste todo el pueblo y un montón de peregrinos. Al final se dá la bendición. Desde la catedral me voy a cenar a la hospedería. la cena, lo mismo que la comida, una delicia: crema de zanahorias, pollo al horno y flan con helado. Todo casero. Y prontito a dormir, pues mañana me espera una etapa complicada con la ascensión al duro puerto de La Pedraja.

No hay comentarios: