miércoles, 11 de junio de 2008

8ª Etapa: 22 de Mayo 2008. Sahagún - León. 56,86 kmtrs




Desde Sahagún a León, el camino se adentra por el páramo leonés. Esta es una etapa de dificultad baja, aunque cruzar el páramo es duro tanto en verano como en invierno. Existen dos alternativas para ésta etapa: La primera es hacerla por el camino real evitándose así dar un rodeo de unos 12 kmtrs por la Nacional 120 (N-120). La segunda es hacerla por la calzada de los peregrinos que es más agreste y solitaria. Yo he optado por la calzada real, haciendo el viaje por Bercianos del real camino y El Burgo Ranero hasta Mansilla de las Mulas, donde se sale de nuevo a la N-120. El tráfico es inexistente, y en muchos momentos discurre paralelo al de los peregrinos de a pie. Hay algún que otro tobogán hasta León pero poca cosa, nada comparable a lo que me espera una vez salga de León en dirección al Bierzo. He optado por no hacer paradas en esta etapa. Sólamente he parado en El Burgo ranero para preguntar por donde iba el camino, pues estaba sin señalizar, y no veía la flecha amarilla. A la entrada de león, vuelvo a encontrar a Marian y Arancha. Me detengo a saludarlas y continuamos nuestro camino. Ellas se van a quedar en casa de un familiar en León, y yo voy directamente al Hotel Quindós en León justo casi enfrente del Hostal de San Marcos, que es donde me voy a alojar. Por la tarde y después de un descanso, voy a visitar la basílica de San Isidoro, que hoy jueves es gratuita. Después visito la Catedral de León y el museo mediante una visita guiada. Visito diferentes salas con vírgenes románicas y diferentes retablos de la catedral, así como sus piezas de orfebrería que son numerosas. Del pasado, quedan todavía los tres grandes monumentos de estilos diferentes. La basílica de San Isidoro (Románico), La catedral(Gótico), y el Hostal de San Marcos de estilo renacentista. También merece una visita la casa de Botines (1.893) una obra neogótica encargada por gaudí por el comerciante de telas M.A. Fernádez y Botinás. Visitando estas maravillas, el tiempo pasa rápido y cuando salgo de la catedral comienza a llover, por lo que no apetece nada callejear. Paseando bajo la lluvia, me encuentro a los peregrinos de Málaga con los que inicié el camino en Roncesvalles. Les acompaño a una tienda de bicis para comprar unos escarpines para las zapatillas, porque parece que a partir de mañana vienen lluvias todos los días. Me he comprado también unas nuevas gafas pues las que venía usando, ya estaban para la jubilación. Como continua lloviendo, y no apetece nada estar en la calle, me vuelvo al Hotel. La verdad es que estoy un poco preocupado por el tiempo. Anuncian lluvias continuas, y no es nada bueno cuando vas en bicicleta, pero bueno Diós proveerá. Espero que la lluvia me deje llegar mañana a Rabanal del Camino, ya en el Bierzo.

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