en los acantilados de Finisterre.-
Como habíamos acordado, nos juntamos antes de las nueve de la mañana en la Estación de Autobuses de Santiago, para salir a Finisterre (Fisterra). La ruta, al poco de salir de Santiago, discurre por toda la Costa da Morte (Costa de la muerte), por los pueblecitos de pescadores de Noya, Muros, Carnota, Lira, Ribeira, Cee, Corcubión y Finisterre (Fisterra). El viaje resulta muy pesado, pues para recorrer 120 kmtrs tardamos 3 horas y 15 minutos, hasta el punto que prefiero hacer un recorrido en Bici que éste viaje en autobús (hi, hi, hi). Hacemos todo el trayecto lloviendo y al llegar a Finisterre cae un chaparrón de aúpa. Una vez llegados a Finisterre, tenemos unos 4 kmtrs hast
a el Faro, pero el tiempo ha cambiado y ahora aparecen claros e incluso sale el sol, así que arriba en el Faro de Finisterre creo que vamos a tener suerte y buen tiempo. Una vez en el faro, bajamos a los acantilados, dónde Jesús le pega fuego a unos calcetines que ha utilizado durante su peregrinaje a Compostela, para cumplir con la tradición. produce emoción contemplar el punto más occidental de la Península Ibérica: El "Finis Terrae " ó fin de la tierra. En Finisterre, he sentido una emoción especial. Por un lado al ver el Atlántico me he acordado de las veces que he pasado por ésta costa mar adentro en mis viajes procedente de Los Estados Unidos y de América del Sur y con destino al Norte de Europa, cuando hacía la linea regular entr
e Houston (Texas) y el puerto finlandés de Usikaupunki. Por otro lado, la emoción de llegar a un lugar donde muchos peregrinos venían a ver el último lugar del mundo en la época medieval, donde a partir de este punto, todo era TERRA INCÓGNITA. Después de estar un largo rato en el faro sumido en mis pensamientos y reflexiones, regresamos de nuevo al pueblo para comer y más tarde regresar de nuevo a Santiago, donde mañana día 29 asistiremos a la misa del peregrino a las 12 del mediodía.
a el Faro, pero el tiempo ha cambiado y ahora aparecen claros e incluso sale el sol, así que arriba en el Faro de Finisterre creo que vamos a tener suerte y buen tiempo. Una vez en el faro, bajamos a los acantilados, dónde Jesús le pega fuego a unos calcetines que ha utilizado durante su peregrinaje a Compostela, para cumplir con la tradición. produce emoción contemplar el punto más occidental de la Península Ibérica: El "Finis Terrae " ó fin de la tierra. En Finisterre, he sentido una emoción especial. Por un lado al ver el Atlántico me he acordado de las veces que he pasado por ésta costa mar adentro en mis viajes procedente de Los Estados Unidos y de América del Sur y con destino al Norte de Europa, cuando hacía la linea regular entr
e Houston (Texas) y el puerto finlandés de Usikaupunki. Por otro lado, la emoción de llegar a un lugar donde muchos peregrinos venían a ver el último lugar del mundo en la época medieval, donde a partir de este punto, todo era TERRA INCÓGNITA. Después de estar un largo rato en el faro sumido en mis pensamientos y reflexiones, regresamos de nuevo al pueblo para comer y más tarde regresar de nuevo a Santiago, donde mañana día 29 asistiremos a la misa del peregrino a las 12 del mediodía.
Hoy día 29 asisto a la misa del peregrino en la Catedral de Santiago. La catedral está a rebosar de peregrinos, venidos en éste día ó en anteriores como es mi caso. La misa es oficiada por seis sacerdotes y antes de comenzar, se dá lectura a la procedencia de los peregrinos venidos de diferentes partes y procedencias. Es una lista larga, y la mayoría son extranjeros, especialmente alemanes. Una vez más, la ceremonia ha sido muy emotiva, y al final se ha puesto
en marcha el Botafumeiro, por iniciativa de unos peregrinos ciclistas de Palermo, Sicilia (Italia). Después de la ceremonia, me encuentro con Jesús, Rogelio y Goyo y nos vamos a comer juntos. Mañana regresamos en Avión a Zaragoza, así que la tarde, a pesar de la lluvia la dedico a pasear, comprar algún recuerdo y tomar las últimas fotos de Santiago. Así concluye éste viaje en Bicicleta como peregrino a Santiago de Compostela desde Roncesvalles y siguiendo las Etapas del Codex Calixtinus. Gracias a todos los que han pensado en mí durante el viaje y me han ayudado con su energía positiva a superar los momentos de debilidad.
en marcha el Botafumeiro, por iniciativa de unos peregrinos ciclistas de Palermo, Sicilia (Italia). Después de la ceremonia, me encuentro con Jesús, Rogelio y Goyo y nos vamos a comer juntos. Mañana regresamos en Avión a Zaragoza, así que la tarde, a pesar de la lluvia la dedico a pasear, comprar algún recuerdo y tomar las últimas fotos de Santiago. Así concluye éste viaje en Bicicleta como peregrino a Santiago de Compostela desde Roncesvalles y siguiendo las Etapas del Codex Calixtinus. Gracias a todos los que han pensado en mí durante el viaje y me han ayudado con su energía positiva a superar los momentos de debilidad.
En Santiago de Compostela a 30 de Mayo de 2008.-
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